Visita
a los jardines de Jallianwala
Bagh, Amritsar
Al
día siguiente, (o pocas horas después, a las 9 h.) me desperté sin
tener mucho sueño. El desayuno no estaba incluido, lo que me había
comentado el chico de la recepción, pero por 50 rupias (luego fueron
60) me podían hacer un café con leche y unas tostadas con miel y
mermelada. Aproveché para ducharme mientras me lo preparaban y lavar
un par de camisetas. Mientras desayunaba, reservé el nuevo hostel en
Jaipur por dos noches, la más cercana a la estación para ir a pie.
Entonces caí en la cuenta que me había dejado el gel en la ducha.
Cuando volví había desaparecido, me tendré que comprar uno nuevo,
pensé, aunque en muchos albergues había jabón.
Tenía
toda la mañana para visitar Amritsar, el centro es lo más
interesante, sobre todo el parque llamado Jallianwala
Bagh (también cementerio) que se hizo tristemente famoso porque
delante de sus jardines murieron más de 300 personas, según los
ingleses, según los indios más de 1000, más otro millar de heridos
en 1919. El motivo de la protesta fue por una ley de los ingleses
(cuando dominaban la India todavía) que permitía encarcelar a un
indio sin juicio. Se congregaron unas 20.000 personas. La matanza fue
ordenada por el general Dyer e Inglaterra sólo pidió perdón hace
pocos años.
Los
jardines son un recuerdo a aquel lamentable acontecimiento con
curiosos arbustos recortados como si fueran soldados arrodillados
apuntando con su fusil. Hay un muro con las marcas de los disparos.
Durante el paseo había gente que me saludaba y se quería hacer
fotos conmigo sin más explicación. Posé cual famoso resignado.
(Ahora entiendo las estrellas del celuloide). A la entrada (o salida)
como se quiera, había una sala de exposiciones con fotos de los
protagonistas del suceso y diversas publicaciones relacionadas.
Incluso una urna con las cenizas de alguien, claro. Mientras la
observaba, un chico me decía mientras la índica que él fue el
mejor. Es el mismo que está inmortalizado con una estatua que está
junto a la puerta de los jardines. A sus pies se cuenta quien fue, en
resumen, el señor que asesinó al general Dyer 21 años después de
la matanza. Para ello fue hasta Londres. Eso sí, su venganza le
valió la horca.
NOTA; Al pasar a limpio el diario, leo lo que dice
Wikipedia sobre la la matanza y hay datos contradictorios. Por un
lado, la matanza se produjo porque no se había permitido una simple
celebración de un festival en aquel lugar y, por otro, el general no
fue asesinado y no se menciona nada de su supuesto asesino.) Parece
ser que hay dos versiones, aparte del número de víctimas y de lo
sucedido, ¿a quién creer? Del terrible hecho, en sí mismo
condenable, por supuesto, nadie fue llevado a juicio ni asumió
responsabilidades. Como, por cierto, demasiadas veces, suele pasar y
no hay que irse a la India para saberlo.
Tras
la visita a los jardines paseé por el centro de la ciudad,
tranquilo, de calles algo decadentes y descubriendo algún haveli
(casa típica local) que agoniza. Los havelis tienen balcones de
madera hermosamente tallados. En una esquina veo una pizzería de una
conocida empresa y decidí comer allí. Era la primera vez desde que
llegué que elejía comida occidental. En relación a ello, hasta
ahora no he tenido problemas digestivos. Tras el refrigerio volví al
albergue, donde todavía la ropa que lavé estaba mojada, la secaría
en el tren, recogí mis cosas, y vuelta a la estación, esta vez a
pie.
Como
quedaba una hora todavía más o menos, aproveché para tender un
poco la ropa mojadas y para preguntar a unos vigilantes si estaba
bien en el andén donde me encontraba. No me he equivocado. Durante
la espera, veo que ya había gente dentro del tren y algunas chicas
jóvenes no me quitaban ojo. Se nota que tienen buen
gusto...jajaja... Les llamaba mucho la atención ver a un occidental
(me parece que no me he cruzado con ninguno aquí, a excepción de
algún chico del hostel, que estaba prácticamente vacío). Y esperé
sentado en un banco, a mi lado se sentó un hombre de mi edad que me
empezó a dar conversación. Me preguntó por mi destino y me contó
que era de Chandigarh, (más al norte) una ciudad ultramoderna que
fundó Nehru (el primer ministro que tuvo la India tras
independizarse de Inglaterra).
Modestia aparte jajejae, chicas que aprecian el arte😊.
ResponderEliminar(McB)
jajaja... Uno que no está acostumbrado...jaja
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