Aprovechando
que hace dos años viajé a la India un mes, comienzo este blog, que
más bien es un diario. Buen viaje y gracias por acompañarme.
5 de abril de 2018
¡Por
fin estoy en la India! Llegué desde Londres según lo previsto. En
el aeropuerto de Delhi, tras los controles de rigor, se me pidió la
tarjeta de embarque (la del vuelo desde Londres), la cual había
dejado en el asiento del avión porque creía que no la iba a
necesitar, craso error. En fin, preguntando lo solucioné y abandoné
el puerto de aviación y haber cambiado un dinero (por 300 € me
dieron 21800 rupias). Me encaminé a la estación de metro que
conectaba o acababa en New Dehli, a cuatro pasos del hotel o eso
creía. Hubiera sido demasiado fácil, y, de hecho, encontrar la
calle, no fue complicado, lo que no contaba era encontrarme con gente
tan “amable” en principio, porque ..(y ya lo ponía la guía) que
te lían ¡Vaya si te la lían! Y se aprovechan de la ignorancia, que
en estos casos se da la mano de la confianza o abuso de ella.
Un
señor me preguntó qué buscaba y después de enseñarle la reserva
del hostel (una manzana 4/23) me indica que no es esa calle
(evidentemente las calles no tienen nombre). Este hombre le preguntó
a un ricksaw (un conductor de un motocarro para entendernos) que le
comentó que me acercara a una oficina de turismo, que está en Connaught Place. (Según la guía que llevo, sólo hay una oficina de
turismo oficial.) Me voy con él, durante el trayecto me contó que
tenía 63 años, cuando aparentaba muchos menos, que era del Sur, de
Bangalore, cuando aparenta muchos menos, según él, debido a que
practicaba yoga. (Parece que el yoga vende como en España el
flamenco).
Llegamos
a la oficina que de oficial no tiene nada y detrás de una mesa,
había un chico joven sentado, dos sillas cómodas de madera para los
clientes y el rotulo del local en el que se podía leer algo de
yoga... Enseguida me dí cuenta de que había caído en una trampa.
Me empezó a preguntar cuestiones sobre mi estancia sobre la India y
en Delhi. Sacó un mapa de la ciudad (lo único útil que conseguí
sacar) y tras señalarme lo que podía ver, me indicó dónde estaba
el hostal que había reservado. Muy cerca, muy cerca de donde
estábamos, no se encontraba y me dio dos opciones; una, ir andando y
la segunda coger un transporte y me pregunta si conozco Uber. Había
tres kilómetros, según el tipo. ¡Suficiente! Me dije, con el mapa
en la mano y mi equipaje salí escopeteado de allí, frustrado, pero
con las cosas más claras. Era esa calle, decido ir caminando porque
para pillar otro ricksaw y me llevara a otra oficina de turismo
clandestina... Mejor que no...
Pero,
pronto fui abordado otro hombre que se volvió a interesar por mí y
a hacerme la pregunta del millón, a la cual sinceramente debería
haber mentido. ¿La primera vez en India? ¿Adónde va? ¿Le puedo
ayudar? La escena se repitió y me llevó a otro tuk-tuk (también
conocidos así los ricksaws) Este chófer, más viejete, tenía los
ojos cansados. No abrió la boca, solo el señor que me quería
ayudar, me insiste, 60 rupias, (sin saber si era mucho o poco) y me
pide que le pague al chófer cuando llegue al lugar, a lo que accedí.
Este segundo chófer me llevó por el mismo sitio por el que había
ido antes, me suenan las casas y algunos edificios que yo diría que
son públicos.
En
la misma calle donde se hallaba el hostel se detuvo para preguntar a
un vigilante de uno de tantos edificios que parecían abandonados. Ni
idea. Como hay más gente alrededor, también les interrogó, y le
respondieron que siga más adelante hasta que por fin... llegué al
hostel. ¡Prueba superada! Al llegar vi que a pocos pasos se “abría”
la boca de una parada de metro.
Muy interesante.
ResponderEliminarEspero leer más...
Muchas gracias por tu comentario! Namasté!
ResponderEliminarYo también hice mi diario de viaje pero lo perdí en el templo dorado de un pueblo remoto. Adoro India ❤
ResponderEliminarVaya, Cristina. Qué pena! Muchas gracias por leerme. Un cordial saludo
EliminarQue emocionante aventura.
ResponderEliminarMuchas gracias, Luz Maria por leerme, un saludo!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSi valió la pena felicidades!! Mi sueño es conocer india me da nervios viajar sola necesitaría encontrar un buen guía.. Gracias!!!
ResponderEliminarClaro que valió la pena!! Viajar sola siempre es un reto, lo importante es el viaje y de lo que te suceda aprendas algo. Con un inglés aceptable y tomando unas mínimas precauciones puedes ir tranquila. Un saludo y gracias por leerme!
EliminarMe gusta y quiero leer más
ResponderEliminarMe alegro mucho!!! Gracias!!!
Eliminar¡Hola, que curiosidad me a despertado esta narración de su viaje a India. Solo pienso en el próximo episodio.
ResponderEliminar¡Gracias por compartir!
Gracias! Me alegro mucho! Un cordial saludo
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